XXIX Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C
La Voz Católica
Arquidiócesis de Miami
Ministerio de formación cristiana 

Evangelio según san Lucas 18:1-8

En aquel tiempo, Jesús les propuso a sus discípulos este ejemplo sobre la necesidad de orar siempre, sin desanimarse jamás: “En una iudad había un juez que no temía a Dios ni le importaba nadie. En esa misma ciudad había una viuda que venía donde él a decirle: ‘Hágame justicia contra mi adversario’. El juez no le hizo caso durante un buen tiempo. Pero al final pensó: ‘Aunque no temo a Dios y no me importa nadie, esta viuda me molesta tanto que le voy a hacer justicia; así ya no volverá a romperme la cabeza’”. Y el Señor dijo: “¿Se han fijado en las palabras del juez malo? Ahora bien, ¿Dios no les hará justicia a sus elegidos si claman a él día y noche, mientras él demora en escucharles? Todo lo contrario; pues les aseguro que Dios hará justicia en favor de ellos, y lo hará pronto. Pero, cuando el Hijo del Hombre venga, ¿hallará fe en la tierra?”

Comentario breve:


La parábola de hoy nos llama a ser constantes en la oración. Como todas las parábolas, contiene elementos que nos molestan. En este caso, la viuda tenía derecho a ser protegida por la comunidad como mandaba la ley, pero el juez parecía estar sordo al clamor de la justicia. Finalmente, el juez atendió a la pobre mujer no porque lo mandaba la ley, sino porque la viuda lo estaba volviendo loco. Cuando Lucas escribió su evangelio, alrededor del año 85 A.D., los cristianos estaban desanimándose porque Jesús no regresaba pronto como ellos esperaban. Esto llevaba a algunos a la apostasía, la negación de su fe en Cristo, lo cual se refleja en la pregunta: “Cuando el Hijo del Hombre venga, ¿hallará fe en la tierra?”

Si hay un Dios justo, ¿por qué no hace justicia? Jesús les responde: ¿Lo desean ustedes realmente y lo piden con bastante fe? Habrá que esperar, pero sin duda se hará. Pero si sabemos orar perseverantemente, descubriremos poco a poco que todo esto no es tan absurdo como parece; y llegaremos a reconocer, a través de los acontecimientos, el rostro de un Dios que nos ama y su justicia en todo lo que hace.

Tres ideas importantes de la lectura:

  • Muchas veces la perseverancia logra que aún las personas corruptas hagan el bien.

  • Si los jueces corruptos hacen justicia, ¿con cuánta mayor razón Dios tratará con justicia a los suyos?

  • Cuando parece que Dios no responde nuestras oraciones pronto, al igual que cuando Jesús no regresaba cuando los primeros cristianos esperaban, algunos abandonan la fe.

Para la reflexión:

1. ¿Pides por la paz y la justicia en el mundo? ¿Cómo has experimentado la respuesta de Dios a tu oración?

2. ¿Cómo reaccionas cuando alguien te pide ayuda insistentemente?