II Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C
La Voz Católica
Arquidiócesis de Miami
Ministerio de formación cristiana 

Lectura del Evangelio según san Juan 2:1-11

En aquel tiempo, se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús era de la fiesta. También fue invitado a la bodas Jesús con sus discípulos. El vino se acabó y la madre de Jesús le dijo: “No tienen vino”. Jesús le respondió: “Mujer, ¿cómo se te ocurre? Todavía no ha llegado mi hora”. Su madre, empero, dijo a los sirvientes: “Hagan todo lo que él les mande”. Había allí seis jarrones de piedra, de los que sirven para los ritos de la purificación de los judíos, de unos cien litros de capacidad cada uno. Jesús indicó a los sirvientes: “Llenen de agua esas tinajas”. Y las llenaron hasta el borde. “Saquen ahora, les dijo, y llévenle al mayordomo para que lo pruebe”. Y ellos se lo llevaron. El mayordomo probó el agua cambiada en vino, sin saber de dónde le habían sacado; los sirvientes sí que lo sabían, pues habían sacado el agua. Llamó al esposo y le dijo: “Todo el mundo pone al principio el vino mejor, y cuando todos han bebido bastante, se sirve un vino inferior; pero tú has dejado el mejor vino para el final”. Éste fue el principio de las señales milagrosas* que hizo Jesús. Lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él. Después de esto, Jesús bajó a Cafarnaún y con él su madre, sus hermanos y sus discípulos. Y permanecieron allí solamente algunos días.

*El primero de siete signos en el Evangelio de Juan.

Comentario breve:

Del mismo modo que la estrella guiando a los Magos de Oriente fue una epifanía (manifestación de Dios), este primer milagro de Jesús en el Evangelio de Juan es otra epifanía que enciende la fe de sus discípulos. Por primera vez, Jesús deja ver su gloria a sus compañeros, quienes entran en el misterio de Dios presente en El. Llega el tiempo y el comienzo de la hora de la salvación bajo el signo de un banquete de abundante vino capaz de alegrar la vida y el corazón de los creyentes.
El relato es parte de la evidencia que el evangelista ofrece para probar que Jesús es verdaderamente el Hijo de Dios, y anuncia la ineficacia de los viejos ritos superados por el vino nuevo de la nueva alianza. El agua de las ceremonias de purificación del Antiguo Testamento ha sido cambiada por el vino nuevo de la era Mesiánica, y el novio mesiánico que provee este vino de alta calidad es el mismo Jesús.

Tres ideas importantes de la lectura:

•   La respuesta de Jesús a María indica que para El, “la hora” estaba marcada por el sufrimiento en la cruz y no había llegado todavía. (Ver Juan 13:1)

•   Jesús no acostumbraba a hacer milagros para ayudar a su familia como nos relatan algunos evangelios apócrifos.

•   María es una mujer de delicada atención, preocupación y acción por los demás.

Para la reflexión:

1. ¿Me doy cuenta de las necesidades que hay a mi alrededor; trato de hacer algo?

2. ¿Estoy convencido de que el verdadero discipulado cristiano consiste en hacer “lo que El diga”? De algún ejemplo concreto.