Domingo de Pascua, Ciclo C
La Voz Católica
Arquidiócesis de Miami
Ministerio de formación cristiana 

Lectura del Evangelio según San Juan 20:1-9

El primer día de la semana, muy temprano, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue a visitar el sepulcro. Vio que la piedra de entrada estaba removida. Fue corriendo en busca de Simón Pedro y del otro discípulo, el amigo de Jesús, y les dijo: “Han sacado al Señor de la tumba y no sabemos dónde lo han puesto”. Pedro y el otro díscipulo partieron al sepulcro. Corrían los dos juntos. Pero el otro discípulo corría más que Pedro y llegó primero al sepulcro. Se agachó y vio los lienzos en el suelo, pero no entró. Después llegó Pedro. Entró a la sepultura y vio los lienzos en el suelo. El sudario que había cubierto el rostro de Jesús no estaba junto con las vendas, sino aparte y doblado. El otro discípulo que había llegado primero, entró a su vez, vio y creyó. Aún no había comprendido la Escritura, según la cual Jesús debía resucitar de entre los muertos.

Comentario breve:

En la Vigilia Pascual escuchamos las historias lucanas sobre los eventos que siguieron a la resurrección. En este domingo de Pascua leemos un relato único y fascinante: María Magdalena descubre la tumba vacía y corre a comunicárselo a Pedro y a Juan. Éstos se lanzan en una carrera vertiginosa. Nos dice San Juan que, “el amigo de Jesús, el discípulo amado” fue el primero en llegar, seguido por Pedro. El Evangelio de Juan fue escrito para la comunidad Joánica, la cual tenía una gran preferencia por “el discípulo amado”. Esta escena señala que es él el primero, no por ser más joven, sino por haber sido el más amado por Jesús. La historia presenta tres reacciones diferentes: María Magdalena queda confundida y, lógicamente, supone que alguien se ha robado el cuerpo de Jesús. Pedro queda perplejo ante las vendas y el sudario. Sin embargo, Juan responde con fe: “Entró… vio y creyó”. Esta manera de mirar con los ojos de la fe es un signo de aquellos que aman y se saben amados. Todos los evangelios presentan a María Magdalena como la primera de las mujeres en llegar al sepulcro vacío.

Tres ideas importantes: de la lectura:

  • No existen pruebas científicas de la resurrección. La fe es un don de Dios que nosotros aceptamos o rechazamos libremente.

  • María Magdalena, una mujer sencilla, caminó sola a la tumba de Jesús y regresó a los otros discípulos con una “gran noticia”.

  • Los cristianos creemos que si vivimos y morimos con Cristo y en Cristo, viviremos con Dios eternamente.

Para la reflexión:

1. Si hubieras descubierto la tumba vacía, ¿habrías actuado como María, como Pedro, o como Juan? Explica.

2. ¿Cómo puedes traer la nueva vida de Cristo a las situaciones de “muerte” que encuentras cada día?