V Domingo de Pascua, Ciclo C.
La Voz Católica
Arquidiócesis de Miami
Ministerio de formación cristiana 

Lectura del Evangelio según san Juan 13:31-33a,34-35

 Cuando Judas salió del cenáculo, Jesús dijo: “Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Y si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará. Hijos míos, yo estaré con ustedes por muy poco tiempo. Les doy este mandamiento nuevo: que se amen unos a otros.* Ustedes se amarán unos a otros como yo los he amado. Así reconocerán todos que ustedes son mis discípulos: si se aman unos a otros”.

*Esto pone a Jesús al nivel de Dios. El mandamiento como tal no es nuevo: ver Levítico 19:18

Comentario breve:

La lectura de hoy comienza con la salida de Judas del aposento alto para traicionar a Jesús. Este gesto desata los eventos que culminarán con la pasión y muerte del Maestro. Este pasaje que la Iglesia selecciona para el domingo 5to de Pascua, nos transporta a la Ultima Cena, y nos recuerda que la resurrección de Jesús que acabamos de celebrar fue la manera en que Dios glorificó al Hijo. Jesús sabía que su “hora” había llegado: Dios sería glorificado y su amor infinito por todos sería manifestado en Jesús. En este momento de despedida, Jesús nos deja un último mandamiento: “Ámense unos a otros como yo les he amado”. Anteriormente, según la ley judía, el mandamiento era amar a los demás como a nosotros mismos.

Este mandamiento nuevo exige más: amar como Jesús nos amó, es decir, hasta la muerte. Este amor transciende todos los lazos de sangre y de etnia de los judíos. El amor entre los cristianos inaugura una nueva relación basada no en la sangre, sino en la fe e incluye a todas las razas y culturas. Los versículos que siguen predicen la negación de Pedro. Entre la traición de un amigo y el rechazo de otro, Jesús nos da su último mandamiento: ¡Amen, aún cuando sean traicionados o despreciados!

Tres ideas importantes: de la lectura:

  • Una cualidad de la Iglesia en el mundo es el amor que se tienen entre ellos los cristianos.

  • Es urgente en nuestros días devolver su valor a la palabra “amor”, no a continuar con la degradación a la que la hemos llevado.

  • En el Evangelio de Juan, “la hora” no es un momento de fracaso o derrota para Jesús como víctima impotente, sino un momento de entrega voluntaria a la misión para la cual nació.

Para la reflexión:

  1. ¿Trato a todos, aun a los que no me agradan, con dignidad y respeto? Explique.

  2. ¿Puedo dejar atrás mi deseo de venganza y mi odio cuando un “Judas” me traiciona o algún “Pedro” me rechaza?