VII Domingo de Pascua, Ciclo C.
La Voz Católica
Arquidiócesis de Miami
Ministerio de formación cristiana 

Lectura del Evangelio según san Juan 17:20-26

En aquel tiempo, elevando los ojos al cielo, Jesús dijo: “Padre Santo, no ruego solamente por ellos, sino también por todos aquellos que por su palabra creerán en mí. Que todos sean uno como tú, Padre, estás en mí, y yo en ti. Sean también uno en nosotros: así el mundo creerá que tú me has enviado. Esa gloria que me diste, se la di a ellos para que sean uno como tú y yo somos uno. Así seré yo en ellos y tú en mí, y alcanzarán la unión perfecta. Entonces el mundo reconocerá que tú me has enviado, y que a ellos les has dado el mismo amor que a mí me diste. Te ruego por todos aquellos que me has dado: yo quiero que allí donde estoy yo, estén también conmigo y contemplen mi gloria que tú me diste porque me amaste desde antes que comenzara el mundo. Padre Justo, el mundo no te ha conocido, mientras que yo te conocía, y éstos a su vez han conocido que tú me has enviado. Yo les he dado a conocer tu nombre y seguiré dándote a conocer, y así, el amor con que me amaste permanecerá en ellos, y yo también seré en ellos”.

Comentario breve:

Cuando Juan escribió su Evangelio, las comunidades cristianas confrontaban desacuerdos teológicos que amenazaban su unidad. El capítulo 17 contiene una plegaria conocida como la oración sacerdotal de Jesús, en la cual Jesús pide al Padre por todos los creyentes. En los versículos que leemos hoy, Jesús le pide al Padre un don especial para todos aquellos que creen en él: la UNIDAD. Esta petición está basada en la unión que Jesús tiene con el Padre y la que había logrado con sus discípulos. Juan quiso dejar claro que el Padre había envíado a Jesús y que Jesús no actuaba por su cuenta, ya que muchos judíos cuestionaban esa creencia. Esta es una oración de solidaridad y afecta a todos los que creen en Jesús, ya sean católicos, protestantes u ortodoxos. Es solamente a través de esta unidad entre los cristianos que la misión de Jesús dará fruto y el mundo llegará a creer.

Tres ideas importantes: de la lectura:

  • Un propósito central del Evangelio es revelar el amor de Dios en Cristo.

  • Las personas creerán en el amor infinito de Dios sólo si lo ven reflejado en nuestras vidas.

  • Dios no abandona al “mundo”. A pesar de que la oración de Jesús es principalmente por sus seguidores, su esperanza es que a través del amor y unidad entre ellos el mundo crea.

Para la reflexión:

  1. ¿Cómo se expresa la unidad en mi familia? ¿Puedo hacer algo para que estemos más unidos?

  2. ¿Trabajo por la unidad, o paso el tiempo señalando las cosas que nos separan? ¿Cómose manifiesta esta realidad en mi parroquia con todas sus diferencias culturales?