XIX Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo B
La Voz Católica
Arquidiócesis de Miami
Ministerio de formación cristiana


Lectura del Evangelio según san Juan 6:41-51

En aquel tiempo, los judíos murmuraban porque Jesús había dicho: “Yo soy el pan que ha bajado del cielo”. Y decían: “Este Jesús ¿no es acaso el hijo de José? Nosotros conocemos a su padre y a su madre. ¿Cómo dice que bajó del cielo?” Jesús les contestó: “No murmuren entre ustedes. Nadie puede venir a mí, si no lo atrae mi Padre que me envió. Y yo lo resucitaré en el último día. Está escrito en los profetas: ‘Y todos se dejarán enseñar por Dios’. Así, todo hombre que escucha al Padre y recibe su enseñanza, viene a mí. Es que nadie ha visto al Padre fuera del que ha venido de Dios: éste ha visto al Padre. En verdad les digo: el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de vida. Los antepasados de ustedes, que comieron el maná* en el desierto, murieron. Aquí tienen el pan que bajó del cielo, para que lo coman y ya no mueran. Yo soy el pan vivo bajado del cielo, el que coma de este pan vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi carne, y la daré para vida del mundo”.
*Según la tradición judía, el maná había sido escondido por el profeta Jeremías (2 Macabeos 2:5-8), y se esperaba que aparecería de nuevo en los últimos días durante la Pascua .

Comentario breve: 

El capítulo 6 del Evangelio según san Juan gira alrededor del tema de Jesús como pan de vida. (Versículos 1-71). Con el versículo 26 comienza lo que hoy conocemos como el “Discurso”. Este discurso se basa en el texto bíblico que asegura que “Dios les dio a los Israelitas pan del cielo para comer”. (Ver: Ex 16:4, Neh 9:15, Salmos 78:24 y 105:40). Del mismo modo, Jesús alimenta a su pueblo con su propio cuerpo. El concepto más importante del fragmento que leemos hoy es la fe. Las objeciones y las dudas de los discípulos que escuchaban a Jesús iban en aumento. El mensaje se hacía cada vez más difícil de aceptar. En medio de esta situación, Jesús asegura que los que creen tienen ya la vida eterna. La fe es el alimento que nutre a cuantos la aceptan.

Tres ideas importantes de la lectura:

  • El pan de vida es el sigo de un alimento superior que no podemos alcanzar por nosotros mismos. Sólo Dios nos lo puede dar.

  • La revelación de Dios no siempre encuentra buena acogida. A veces las dudas surgen acerca de la persona que trae las buenas noticias; en este caso, Jesús.

  • La sencillez de los orígenes de Jesús causa escándalo. ¿No es acaso el hijo de José? ¡Este es el reto y la grandeza de la Encarnación!

Para la reflexión:

  1. ¿Me siento en comunión con Jesús? ¿Cómo la experimento?

  2. ¿Juzgo a los demás de acuerdo con sus orígenes o apariencias? ¿Creo que un familiar o amigo puede tener gran sabiduría? Explique.