XXIII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo B
La Voz Católica
Arquidiócesis de Miami
Ministerio de formación cristiana


Lectura del Evangelio según san Marcos 7:31-37

 En aquel tiempo, los judíos murmuraban porque Jesús había dicho: “Yo soy el pan que ha bajado del cielo”. Y decían: “Este Jesús ¿no es acaso el hijo de José? Nosotros conocemos a su padre y a su madre. ¿Cómo dice que bajó del cielo?” Jesús les contestó: “No murmuren entre ustedes. Nadie puede venir a mí, si no lo atrae mi Padre que me envió. Y yo lo resucitaré en el último día. Está escrito en los profetas: ‘Y todos se dejarán enseñar por Dios’. Así, todo hombre que escucha al Padre y recibe su enseñanza, viene a mí. Es que nadie ha visto al Padre fuera del que ha venido de Dios: éste ha visto al Padre. En verdad les digo: el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de vida. Los antepasados de ustedes, que comieron el maná* en el desierto, murieron. Aquí tienen el pan que bajó del cielo, para que lo coman y ya no mueran. Yo soy el pan vivo bajado del cielo, el que coma de este pan vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi carne, y la daré para vida del mundo”.
*Según la tradición judía, el maná había sido escondido por el profeta Jeremías (2 Macabeos 2:5-8), y se esperaba que aparecería de nuevo en los últimos días durante la Pascua .

Comentario breve:

La historia del sordo-mudo está ligada a la de la sanación de la mujer sirofenicia ya que ambos procedían de la región no judía de Palestina. Los lugares que se mencionan en este texto nos pintan un escenario “pagano” en el que el ministerio sanador de Jesús ya comienza a difundirse. ¡La gente de esas regiones reconocieron su poder! El Evangelio de Marcos, el primero en escribirse, (alrededor de los años 60), tenía como objetivo fortalecer la fe de su comunidad en Jesús como el Hijo de Dios. Con el relato de hoy, Marcos deseaba probar que todas las profecías de Isaías se cumplieron en Jesús: él era el Mesías que vendría a sanar a los ciegos, sordos, y mudos (Is 35:5-6), pero también el Siervo de Dios, quién entregó su vida por los suyos.

Tres ideas importantes de la lectura:

  • El evangelio comienza a extenderse a territorio pagano donde Jesús hace muchos milagros por la fe de los que le escuchan.

  • Jesús le pide a los discípulos que guarden sus milagros en secreto. No quería que lo siguieran por sus hazañas solamente, sino porque entendían su misión redentora. Esto se conoce como el “secreto mesiánico” en el Evangelio de Marcos.

  • Los milagros son un espejo del amor infinito de Dios por toda la creación.

Para la reflexión:

  1. Los territorios de este pasaje evangélico viven actualmente en estado de Guerra. En su oración diaria incluya una petición por la paz de esta Tierra Santa.

  2. ¿Qué puedo aprender de la forma en que Jesús trató a este extranjero? Explique.