XIV Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo B
La Voz Católica
Arquidiócesis de Miami
Ministerio de formación cristiana
Lectura del Evangelio según san Marcos 6:1-6
En aquel
tiempo, volvió Jesús a su tierra* acompañado de sus discípulos. Cuando llegó el
sábado, se puso a enseñar en la sinagoga y mucha gente lo escuchó con asombro.
Se preguntaban: “¿De dónde le viene todo esto? ¿Qué pensar de su sabiduría? ¿Y
cómo explicar este poder milagroso que tiene en sus manos? ¿No es éste el
carpintero, el hijo de María y el hermano de Santiago, José, Judas y Simón? Y
sus hermanas, ¿no viven aquí entre nosotros?” Y no creían en él, todo lo
contrario. Jesús les dijo: “A un profeta sólo lo desprecian en su tierra, en su
barrio y en su familia”. Y no pudo hacer allí ningún milagro. A lo más, sanó
unos pocos enfermos poniéndoles sus manos sobre la cabeza; y se admiraba al ver
que no tenían fe. E iba predicando por todos los pueblos de esta región.
*Nazaret
Comentario breve:
San Marcos
desea que sus lectores conozcan desde un principio las hazañas y el poder de
Jesús. En los primeros cinco capítulos de este evangelio, ya Jesús ha demostrado
poder sobre los demonios, sobre las fuerzas de la naturaleza, las enfermedades y
aún la muerte. Estas manifestaciones debían haber aumentado la fe de sus
seguidores; sin embargo, el capítulo que comienza hoy nos habla de la falta de
fe de sus paisanos y amigos. Es tal la falta de fe, que el Señor no puede hacer
ningún milagro en su propia tierra.
El evangelio de la semana pasada animaba a los discípulos a no tener miedo y a
confiar más en Dios. Hoy vemos a Jesús desanimado ante las dudas y la falta de
fe.
Tres ideas importantes de la lectura:
Según la costumbre judía, la palabra “hermanos” podría referirse a primos, familiares, medios-hermanos, etc. El propósito de Marcos no era establecer el número o los nombres de los miembros de la familia de Jesús, sino dejar claro que en su propio pueblo y entre sus amigos no encontró la fe.
Jesús se compara con los antiguos profetas judíos a quienes el pueblo rechazaba.
La humildad y la sencillez de sus orígenes, hace que los habitantes de Nazaret rechacen a Jesús. ¡Este es el reto de la Encarnación: verdadero Dios y verdadero hombre!
Para la reflexión:
¿Es mi fe lo suficientemente fuerte que le permita a Jesús actuar como él quiera?
¿Juzgo a los demás de acuerdo con sus orígenes, familias, posición social, etc.? ¿Creo que una persona sencilla puede tener gran sabiduría? Explique.