VI Domingo de Pascua, Ciclo A
La Voz Católica
Arquidiócesis de Miami
Ministerio de formación cristiana



Evangelio según San Juan 14:15-21

 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Si ustedes me aman, guardarán mis mandamientos, y yo rogaré al Padre y les dará otro Defensor* que permanecerá siempre con ustedes. Este es el Espíritu de Verdad, que el mundo no puede recibir porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes lo conocen porque permanece con ustedes y estará con ustedes.  No los dejaré huérfanos, sino que vengo a ustedes. Dentro de poco, el mundo no me verá más, pero ustedes me verán, porque yo vivo, y ustedes también vivirán. En ese día ustedes comprenderán que yo estoy en mi Padre, y que ustedes están en mí, y yo en ustedes. El que conoce mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama a mí, y yo también lo amaré y me mostraré a él”.

*Del griego Paráclito, intercesor, abogado defensor.

Comentario breve:

Cuando Juan escribió su Evangelio en los años 90 ya la Iglesia había experimentado la presencia del Espíritu Santo. La lectura de hoy es parte del discurso de despedida de Jesús y nos prepara para celebrar su ascensión y la venida del Espíritu Santo en Pentecostés. También nos recuerda que el fundamento de la vida cristiana es el amor y que si somos capaces de guardar los mandamientos de Jesús es porque lo amamos. Para Juan Jesús fue el primer Defensor (Paráclito) porque intercedió ante el Padre, pero al irse (humanamente) no nos abandonó, sino que envió a otro Defensor. Este nuevo Paráclito no caminará entre nosotros como Jesús, sino que habitará en nuestro interior. Los primeros cristianos creían que el regreso de Jesús, la Parusía, era inminente. Esta creencia estaba basada en la promesa de Jesús de volver a ellos. Juan la explica de un modo diferente: Cristo, quien es el camino, la verdad, y la vida, regresará a ellos a través del Espíritu Santo. Para Juan, ésta es la Parusía que cuenta. Los discípulos no podrán escuchar a Jesús y verlo actuar, pero el Espíritu Santo los guiará y les ayudará a comprender todo lo que Jesús les enseñó.

Tres ideas importantes de la lectura:

Para la reflexión:

  1. ¿Cómo siento que el Espíritu Santo anima y alienta mi vida? Explique.

  2. ¿Cómo puedo ayudar a otros a reconocer la presencia de Dios en ellos cuando nadie los respeta ni los ama?