V Domingo de Pascua, Ciclo A
La Voz Católica
Arquidiócesis de Miami
Ministerio de formación cristiana



Evangelio según san Juan 14:1-12

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: “No se turben. Ustedes confían en Dios: confíen también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no fuera así, ¿les habría dicho que voy allá a prepararles un lugar? Después que yo haya ido a prepararles un lugar, volveré a buscarlos para que donde yo estoy, estén también ustedes. Para ir donde voy, ustedes saben el camino”. Tomás le dijo; “Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo vamos a conocer el camino?”  Jesús contestó: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocieran a mí, también conocerían al Padre. En realidad, ya lo conocen y lo han visto”.  Felipe le dijo: “Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta”.  Jesús respondió:  “Hace tanto tiempo que estoy con  ustedes ¿y todavía no me conoces, Felipe? El que me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo, pues, dices: >Muéstranos al Padre=?  ¿No crees que yo estoy en el Padre, y que el Padre está en mi? Las palabras que yo les he dicho no vienen de mí mismo. El Padre que está en mí obra por mí. Créanme: Yo estoy en el Padre, y el Padre está en mí.  Al menos créanmelo por mis obras. En verdad, el que cree en mí hará las mismas cosas que yo hago, y aun hará cosas mayores que éstas, pues ahora me toca irme al Padre”.

Comentario breve:

La lectura de hoy nos recuerda las palabras de Jesús en la Ultima Cena. Estos versículos forman parte del discurso de despedida de Jesús y nos preparan para celebrar su ascensión y la venida del Espíritu Santo en Pentecostés. Los primeros cristianos creían que el regreso de Jesús, la Parusía, era inminente. Esta creencia estaba basada en la promesa de Jesús de volver a ellos. Juan, que escribe su Evangelio en los años 90s, lo explica de un modo diferente: Cristo, quien es el camino, la verdad,  y la vida, regresará a ellos a través del Espíritu Santo. Para Juan, ésta es la Parusía que cuenta. Debido a esta certeza de que Cristo está con ellos, los discípulos no necesitan preocuparse o afanarse por nada. Jesús insiste en la necesidad de la fe asegurándoles que se va para prepararles un lugar y que regresará por ellos. ¡No hay nada que temer!

Tres ideas importantes: de la lectura:

Para la reflexión:

  1. ¿Qué perturba a mi corazón hoy? ¿En qué áreas de mi vida necesito mayor fe?

  2. ¿Soy como Felipe pidiendo teofanías, es decir manifestaciones de Dios? Explica.