II Domingo de Cuaresma, Ciclo B
La Voz Católica
Arquidiócesis de Miami
Ministerio de formación cristiana



Lectura del Evangelio según San Marcos 9:2-10

En aquel tiempo, Jesús invitó a Pedro, Santiago y Juan, y los llevó a ellos solos, secretamente, a un cerro muy alto. Y allí cambió de aspecto delante de ellos. Sus ropas se volvieron resplandecientes, tan blancas como nadie en el mundo sería capaz de blanquearlas de ese modo. Se le aparecieron Elías y Moisés,* los cuales conversaban con Jesús. Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús: “Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Levantemos tres chozas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”.  En realidad no sabía lo que decía, porque estaban aterrados. Y se formó una nube que los cubrió con su sombra, y desde la nube llegaron estas palabras: “Este es mi Hijo amado; escúchenlo”. Y de pronto, miraron a su alrededor: no vieron ya a nadie; sólo Jesús estaba con ellos. Cuando bajaban del cerro les ordenó que no dijeran a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del Hombre resucitara de entre los muertos. Ellos guardaron el secreto, aunque se preguntaban unos a otros qué sería eso de resucitar de entre los muertos.

*Dos figuras claves del Antiguo Testamento: Moisés dador de la ley, y Elías, el profeta.

Comentario breve:

Cada año el segundo domingo de cuaresma nos narra la transfiguración de Jesús. Esta gloriosa epifanía* es muy diferente a la historia de las tentaciones que leímos el domingo pasado. Las tentaciones destacaron la humanidad de Jesús, Hijo de Hombre, quien fue tentado como nosotros.  La transfiguración resalta su divinidad. Jesús es el Hijo de Dios y manifiesta su gloria a los tres discípulos. Su apariencia cambia, como también cambió después de la resurrección. Pedro intenta atrapar el momento y levantar tres tiendas en el monte. Sin embargo, Jesús no permite que los discípulos se queden en la maravilla de la experiencia. Marcos narra que Jesús sabía que a ellos les iba a resultar difícil aceptar su sufrimiento y muerte en la cruz. Por esto, les ordena no decir nada sobre la gloria de la transfiguración hasta que él no haya resucitado de entre los muertos. 

*Manifestación divina en el mundo.

Tres ideas importantes de la lectura:

                      Para la reflexión:

  1. ¿Estoy siempre pidiéndole a Dios “epifanías” y señales? ¿Soy fiel aún cuando las cosas no salen como yo quiero?

  2. ¿Puedo acompañar a los demás en los momentos de sufrimiento? Explique.