VIII
Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo B
La Voz
Católica
Arquidiócesis de Miami
Ministerio de formación cristiana
Lectura del Evangelio según san Marcos 2:18-22
En aquel tiempo, los discípulos de Juan el Bautista y los fariseos estaban ayunando, y algunas personas vinieron a decir a Jesús: “¿Por qué no ayunan tus discípulos como lo hacen los de Juan y los de los fariseos?” Jesús les contestó: “¿Pueden ayunar los amigos del novio mientras el novio está con ellos? Cierto que no; no deben ayunar mientas está con ellos. Pero llegará el momento en que el novio les será arrebatado: entonces ayunarán. Nadie remienda el vestido viejo con un pedazo de tela nueva; porque la tela nueva encoge: tira la tela vieja y se hace más grande la rotura. Y nadie echa vino nuevo en vasijas viejas, porque el vino las rompería. Así se echarían a perder el vino y las vasijas. ¡El vino nuevo en vasijas nuevas!”
Comentario breve:
Hoy es el último domingo antes del Miércoles de Ceniza (1 de marzo) y continuamos oyendo las historias de los conflictos entre Jesús y las autoridades religiosas judías. Después de la cura y el perdón del paralítico que escuchamos la semana pasada, Marcos nos relata que Jesús comenzó a formar una nueva comunidad que provocó escándalo en los ambientes judíos. Estos no podían entender que Jesús llamara a sus discípulos de entre los más sencillos (pescadores), y de entre los pecadores (cobradores de impuestos). Este comportamiento escandalizó a los judíos que se preguntaban: “¿Por qué este hombre cena con pecadores y cobradores de impuestos?” (v.16).
Hoy Marcos nos relata un conflicto diferente: “¿Por qué no ayunan los discípulos de Jesús?” El Maestro saca de la tradición judía la imagen del banquete de bodas que se refería a la presencia de Dios entre su pueblo. El pueblo ayunaba en preparación a la venida de Dios, pero no cuando se estaba celebrando su presencia como en un banquete nupcial. La presencia de Jesús en el mundo proclamando el reino de Dios no era el momento de ayunar.
Tres ideas importantes de la lectura:
El reino de Dios ya está entre nosotros. Cuando los cristianos ayunamos es en preparación para la plenitud del banquete celestial.
Las dos parábolas indican que no es posible entender la nueva obra salvadora (vino nuevo) usando los esquemas mentales de la tradición judía (vino viejo).
La ley de Moisés (vasija vieja) no puede contener el evangelio de Jesús.
Para la reflexión:
¿Disfruto el momento presente? ¿Reconozco la presencia de Dios en mi vida y la celebro?
Al comenzar este tiempo de Cuaresma, ¿cuál será la razón de mi ayuno?