Epifania del Señor
La Voz Católica
Arquidiócesis de Miami
Ministerio de formación cristiana



Lectura del Evangelio según san Mateo 2:1-12

Habiendo nacido Jesús en Belén de Judá, durante el reinado de Herodes, vinieron unos Magos de Oriente* a Jerusalén preguntando: “¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido?, porque hemos visto su estrella en Oriente y venimos a adorarlo”. Herodes y todo Jerusalén quedaron muy intranquilos con la noticia. Reunió el rey a todos los sacerdotes principales y a los maestros de la Ley para preguntarles dónde debía nacer el Cristo. Ellos le contestaron que en Belén de Judá, ya que así lo anunció el profeta que escribió: “Belén en la tierra de Judá, tú no eres el más pequeño entre los principales pueblos de Judá, porque de ti saldrá un jefe, el pastor de mi pueblo Israel”. Herodes, entonces, llamó privadamente a los Magos para saber la fecha exacta en que se les había aparecido la estrella. Encaminándose a Belén les dijo: “Vayan y averigüen bien lo que se refiere a este niño. Cuando lo hayan encontrado avísenme para ir yo también a adorarlo”. Después de esta entrevista, los Magos prosiguieron su camino. La estrella que habían visto en Oriente iba delante de ellos, hasta que se paró sobre el lugar en que estaba el niño. Al ver la estrella, se alegraron mucho, y habiendo entrado en la casa, hallaron al niño que estaba con María, su madre. Se postraron para adorarlo y, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Luego regresaron a su país por otro camino, porque se les avisó en sueños que no volvieran a Herodes.

* La tradición de tres magos, basada en los tres regalos, comenzó en el siglo V y los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar se les dieron en el siglo VIII.

Comentario breve:

Este episodio narra la visita al pesebre de unos magos de Oriente que poseían conocimientos de astrología y astronomía. La estrella que siguieron puede haber sido resultado de la conjunción de los planetas Júpiter y Saturno. Sin embargo, los esfuerzos por identificar qué estrella vieron no nos debe alejar de la importancia de este relato. Lo increíble es que estos hombres gentiles (paganos) vieron la estrella del rey de los judíos y esto fue suficiente para su fe; se dejaron guiar por su luz y ésta los guió por el camino correcto. Por el contrario, el rey Herodes temió la posible venida de un Mesías que le podría quitar su poder. Los Gentiles aceptaron al niño, y su pobreza no los desconcertó sino que los movió a la adoración y a la entrega. Estos eran dos temas fundamentales de la iglesia primitiva: la conversión de los gentiles y su incorporación al cuerpo de Cristo, y el rechazo de Israel, prefigurado en la actitud hostil de Herodes.

Tres ideas importantes de la lectura:

Para la reflexión:

  1. ¿Estoy dispuesto a recibir a los extranjeros que llegan a mi barrio y a mi parroquia?

  2. ¿Es mi vida como una estrella que guía a otros a Jesús?