III Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo B
La Voz
Católica
Arquidiócesis de Miami
Ministerio de formación cristiana
Lectura del Evangelio según san Marcos
1:14-20
Después que tomaron preso a Juan, Jesús fue a la provincia de Galilea y empezó a proclamar la Buena Nueva de Dios. Hablaba en esta forma: “Se ha cumplido el tiempo, el Reino de Dios ha llegado. Arrepiéntanse y crean en la Buena Nueva”. Jesús caminaba por la orilla del lago de Galilea. Ahí estaban Simón y su hermano Andrés, echando sus redes en el mar, porque eran pescadores. Jesús los vio y les dijo: “Síganme, que yo los haré pescadores de hombres”. Y con eso, dejaron sus redes para acompañarlo. Poco más allá Jesús vio a Santiago, hijo de Zebedeo, con su hermano Juan. También ellos estaban en su barca y arreglaban las redes. De inmediato Jesús los llamó, y partieron tras él, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los ayudantes.
Comentario breve:
A partir de hoy, leeremos el Evangelio de san Marcos. Es el ciclo B del ago litúrgico de la Iglesia. Desde el siglo II, la tradición de la Iglesia lo atribuyó a Marcos, probablemente el secretario de Pedro (ver Hechos 12:1-12; 1 Pedro 5:13), quien escribió su evangelio basándose en los relatos de los discípulos (principalmente de Pedro), ya que él no fue testigo presencial de los hechos que narra. Marcos fue el primer evangelio que se escribió. La mayoría de los estudiosos piensan que fue escrito poco antes de la caída de Jerusalén, probablemente entre los años 65-70. Los destinatarios de este evangelio pertenecen a una comunidad amenazada por la persecución de Nerón, y Marcos trata de fortalecer su fe en Jesucristo, el Hijo de Dios, el resucitado.
Tres ideas importantes de la lectura:
Con el arresto de Juan comienza la misión de Jesús.
Jesús anuncia la llegada del Reino de Dios que exige conversión, es decir, un cambio radical de vida.
Juan, Santiago y Pedro se cuentan entre los primeros en seguir a Jesús y que luego se convierten en sus amigos íntimos con quienes comparte su “Transfiguración”. Sin embargo, son ellos los que menos entienden el costo del discipulado.
Para la reflexión:
¿Hay algo que tengo que dejar atrás para poder seguir a Jesús? Explique.
En estos días celebramos la semana de oración por la unidad entre todos los cristianos. ¿Puedo dejar a un lado mis sospechas y preferencias para unirme a otros cristianos en el seguimiento del Señor?