Domingo de Resurrección, Ciclo A
La Voz Católica
Arquidiócesis de Miami
Ministerio de formación cristiana



Lectura del Evangelio según San Juan 20:1-9

El primer día de la semana, muy temprano, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue a visitar el sepulcro. Vio que la piedra de entrada estaba removida. Fue corriendo en busca de Simón Pedro y del otro discípulo, el amigo de Jesús, y les dijo: “Han sacado al Señor de la tumba y no sabemos dónde lo han puesto”. Pedro y el otro discípulo partieron al sepulcro. Corrían los dos juntos. Pero el otro discípulo corría más que Pedro y llegó primero al sepulcro. Se agachó y vio los lienzos en el suelo, pero no entró. Después llegó Pedro. Entró a la sepultura y vio los lienzos en el suelo. El sudario que había cubierto el rostro de Jesús no estaba junto con las vendas, sino aparte y doblado. El otro discípulo que había llegado primero, entró a su vez, vio y creyó. Aún no había comprendido la Escritura, según la cual Jesús debía resucitar de entre los muertos.

Comentario breve:

 “La Resurrección de Jesús es la verdad culminante de nuestra fe en Cristo, creída y vivida por la primera comunidad cristiana como verdad central, transmitida como fundamental por la Tradición, establecida en los documentos del Nuevo Testamento, predicada como parte esencial del Misterio Pascual al mismo tiempo que la Cruz: Cristo ha resucitado de los muertos, con su muerte ha vencido la muerte. Y a los sepultados ha dado la vida”. (Catecismo de la Iglesia Católica #638)

En el relato de hoy, Mateo nos muestra tres reacciones diferentes ante la tumba vacía. María de Magdala pensó que se habían robado el cuerpo. Todavía no creía. Los próximos en llegar son el discípulo amado y Pedro. Quizás porque era el más joven, el Discípulo Amado llega primero, pero en deferencia a la posición de Pedro en la comunidad lo deja entrar primero a la tumba. Ambos vieron los lienzos en el suelo y el sudario aparte y doblado. Pedro se quedó perplejo, pero el otro discípulo: “vio y creyó”.

Tres ideas importantes de la lectura:

Para la reflexión:

  1. ¿Puedo verme a mí mismo en esta historia? ¿Quién soy? ¿María, Pedro, o el Discípulo Amado?

  2. ¿Cómo mi fe en la Resurrección afecta la forma en que vivo? Explique.